Book
Once Upon a Time in Shanghai

  • Fotografías y texto de Mark Parascandola.
  • Ensayo de Michael Berry
  • Daylight Books
  • Papel sobre table, 10 X 12 In. / 148 Paginas / 70 Fotografías a color
  • ISBN: 9781942084747
  • Fecha de Publicación: Noviembre 2019
  • Precio de lista: $45.00
  • Idioma: Ingles

Resumen

China está preparada para convertirse en el mercado de películas más grande del mundo. Los ingresos de taquilla en China Continental han crecido rápidamente y se espera que superen los de Estados Unidos en los próximos años. En febrero del año pasado, durante el Año Nuevo Chino, los ingresos de las salas de cine superaron los de Estados Unidos por primera vez. Tan sólo en los últimos cinco años, el número de pantallas de cine en China aumentó de 6.000 a 30.000. A este ritmo de crecimiento, se están abriendo 16 nuevas salas de cine cada día, la mayor parte de ellas en ciudades de segundo y de tercer nivel. Y China hace ahora más películas que Hollywood.

A lo largo de todo el país se han construido ciudades enteras con el único propósito de utilizarlas para hacer películas.

China Film Group: La compañía más grande de producción de películas se encarga de gestionar el nuevo Beijing Film Studio, que tiene varios platós cinematográficos al norte de la ciudad.

Shanghai Film Group: A una hora en coche de la ciudad de Shanghai hay una serie de escenarios cinematográficos que incluyen, entre otras cosas, la reconstrucción de varios bloques de alrededor de 1930 de la calle Nanjing Road, que estaba considerada como una de las calles comerciales más famosas de aquella época.

Hengdian World Studios: Con más de 2,500 acres y creciendo, el complejo de Hengdian World Studios es más grande que los estudios Universal y Paramount juntos. Los estudios constan de cinco diferentes pueblos cinematográficos, incluyendo una réplica a tamaño natural de la Ciudad Prohibida y la reproducción de un barrio de las calles antiguas de Hong Kong.

Zhenbeipu Western Film City: Construida en las ruinas de una vieja fortaleza en las afueras de la ciudad de Yinchuan en el noroeste de China, cerca del desierto de Gobi, estos escenarios de película se han utilizado en numerosas películas históricas de carácter épico. La película “Red Sorghum” del director Zhang Yimou que tenía como protagonista a Gong Li se hizo aquí también y fue una de las primeras películas chinas que llamó la atención de manera internacional.

Beijing Film Studio: los estudios originales en el centro de Beijing se usaron en la filmación de películas clásicas, como por ejemplo “El último emperador” y “Adiós, mi concubina”. El complejo de platós está ahora cerrado y tiene prevista su demolición en un futuro próximo, aunque aún pueden observarse algunos platós que están en avanzado estado de deterioro.

Todos los platós representan aspectos de la historia china. Aunque la mayor parte de las películas que se producen aquí obtienen poco reconocimiento internacional fuera del mercado chino, la industria del cine gestionada por el gobierno está trabajando para cambiar eso. Así como Hollywood se convirtió en una herramienta fundamental para la diplomacia del “poder blando” de Estados Unidos en el siglo XXI, la creciente industria del cine en China quiere tener una influencia global similar en este siglo actual.

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